En la magistral película de Woody Allen "Delitos y Faltas", el desvalido y semifracasado director de cine Clifford Stern, interpretado por el propio Allen, dedica sus mejores esfuerzos a rodar un documental sobre la vida y el pensamiento del doctor Levy, un filósofo judío que, tras sobrevivir a atroces experiencias vitales, desarrolla un sistema de pensamiento de un optimismo inquebrantable y radical. Cuando el cineasta está al borde de culminar la que piensa que va a ser la obra que corone su carrera, el filósofo se arroja por la ventana de su apartamento. Anonadado por la noticia, Clifford Stern tan sólo acierta a comentar:
"Ha dejado una nota. Sólo ha dejado una que dice "He salido por la ventana". ¡Un intelectual destacado y deja una nota que dice "He salido por la ventana"! Era un modelo de conducta, por lo menos podría dejar una nota decente." (1)
Ayer, mi padre me trajo un recorte de periódico que me dejó en un estado de farfullante inquietud semejante al que experiemntaba el personaje de aquella película. Contaba el artículo que Matthew Courtney, un joven y prometedor abogado de 27 años empleado en uno de los más prestigiosos bufetes de Londres, había salido del séptimo piso de la Tate Modern "por el hueco de la escalera". La policía investiga aún con objeto de dilucidar si el fallecido cometió suicidio o si, por el contrario, era el tipo más torpe del Reino Unido. Dado que, según su familia, estaba acumulando jornadas laborales de 15 horas y que, en fechas recientes se había quejado a sus superiores de su excesiva carga de trabajo, los indicios apuntan con firmeza a la primera opción.
Bueno, suicidios hay muchos, me dirán y ese le pilla un poco lejos para tomárselo tan a pecho. Lo admito, pero hay algunas circunstancias que me lo acercan: también yo tengo 27 años, también yo trabajé en un prestigioso e importante despacho de abogados - el mismo, por cierto- y bueno, también yo lo dejé de un modo un tanto brusco. Cierto que de la gran oposoción al gran salto hay un trecho considerable, pero en el fondo son decisiones que se parecen: se podría decir que ambas son modos de decir "¡basta!" sin que te puedan llamar cobarde. De todos modos, quiero pensar que aprenderse el Código Civil de memoria es una opción preferible al trampolín sin piscina.
En fin, antes de que se me dispare la vena elegíaca y les fastidie la tarde con mis endechas, dejemos que el doctor Levy (o el doctor Allen, si lo prefieren) cierre esta entrada:
"Todos nos enfrentamos a lo largo de nuestras vidas con dolorosas decisiones, con opciones morales. Algunas de ellas lo son a gran escala, otras versan de asuntos menores. Pero nos definimos por las elecciones que hacemos. Somos, de hecho, la suma de nuestras elecciones." (2)
(1) "He left a note. He left a simple little note that said "I've gone out the window." This is a major intellectual and he leaves a note that says "I've gone out the window." He's a role-model. You'd think he'd leave a decent note. "
(2) "We're all faced throughout our lives with agonizing decisions, moral choices. Some are on a grand scale, most of these choices are on lesser points. But we define ourselves by the choices we have made. We are, in fact, the sum total of our choices."
11 comentarios:
El actor George Sanders dejo al irse al otro mundo esta nota: "Que os den".No digo más.
Hay que ser un valiente para tomar cualquier decisión.
Si duro es lanzarse a opositar, más duro es dejarlo.
De abogada ex opositora a ex abogado opositor, ;-)
Le entiendo, Capitán. Yo leí "Crimen y Castigo" cuando estaba en tercero de Derecho, como el protagonista de la obra. Por lo menos, no cometí un asesinato para probar mis teorías, pero dio lo mismo: de todas formas, acabé en Siberia.
Totalmente de acuerdo "somos la suma de nuestras elecciones".
Por Dios Capitán, estudie el Código y no me preocupe con este tipo de entradillas, que le dejo solo un par de dias y me encuentro con esto.....
Anita
Quizás yo sea demasiado happy (incluso un poco Pollyanna), pero es que, desde que dejé atrás mi adolescencia, nunca se me ha pasado tal cosa por la cabeza.
Always look on the bright side of life, que decía Brian...
Ya ve V., dilecto Captain. Unos se tiran por la ventana, otros se ponen a opositar, otros escribimos entradas como la que acabo de colgar. La juridicosa saturante tiene esas especialidades. And, of course, we're in fact the sum of our choices&failures.
Bueno, en nuestros días, mi querido Capi, se considera pecado y por supuesto delito el intento de suicidio (una vez muerto ya no te pueden encerrar, jejeje).
Y a mi me parece una falta de respeto a la libertad de elección. Como las prohibiciones contra el tabaco y otras drogas. El mundo ya está bastante torcido, yo creo que vale con que nos informen y ya, si eso, elegiremos nosotros como bajarnos de este tren...
Por mí que cada cual elija lo que le venga en gana, opositar o suicidarse, o cambiar de ciudad o por qué no, irse a Rusia o a Australia. Se trata de vivir o morir como mejor nos venga, y en este sentido, me quedo con aquella bonita frase de Alice Cooper: "Vive rápido, muere joven y harás un bonito cadáver". ¿qué por qué? pues porque creo que lo que hay que hacer es disfrutar la vida al segundo, no dejar de hacer cosas porque sean arriesgadas o peligrosas o puedan traer consecuencias, y tomar decisiones, por alocadas que parezcan, si es lo que creemos firmemente. Incluido el suicidio. (Que por cierto, tiene muchas formas, no sólo consiste en quitarse la vida).
En fin capi, que así pienso... Lo siento defiendo la libertad al más puro estilo hippy, que le vamos a hacer...
Besitosssssss
Entre funcionarios se cuenta el chiste de que son todos ateos porque no creen que tras la muerte se pueda alcanzar una vida mejor, así que supongo que vale la pena estudiar.
Lo de tirarse por el hueco de la escalera no lo recomiendo, creo que da un dolor de cabeza tremendo.
Mejor estudiar, si.
Marga:
Pues no es mala.
Blondie:
Duro duro el suelo de la Tate.
Alfor:
Predestinación, que diría Calvino.
Anita:
Tranquila, que de momento lo único que tengo ganas de arrojar por la ventana es la Ley hipotecaria.
Myca:
Pues la última estrofa dice allways look on the bright side of death.
Hans:
Pues ahora le echo un ojo.
Esther:
No, Esther, no. El intento de suicidio es impune. Ayudar a otro a suicidarse sí que es delito (mayormente para que todos los asesinos de mundo no señalen al muerto y digan: me lo pidió)
Blanco humano:
Es mucho mejor saltar desde la ventana, que anima mucho más a la concurrencia.
De modo que no se le puede llamar cobarde?
No, para la mayor parte de la gente esto es aún peor.
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