Estas últimas semanas se ha calentado el debate en torno a la monarquía mediante el uso de encendidas palabras y encendidos mecheros. A base de poner la oreja en conversaciones ajenas he podido establecer una enumeración de los argumentos más frecuentes en favor y en contra de la institución.
Quienes la defienden afirman:
a) Que es una institución histórica cargada de tradición y simbolismo;
b) Que un Rey es un tipo muy vistoso que queda muy bien en las noticias vestido de Capitán General, mientras que a un Presidente de la República le suele quedar el frac como si lo acabara de afanar a un diplomático difunto;
c) Que a la larga sale más barato cebar a una familia de haraganes (1) que organizar unas elecciones cada pocos años y luego cebar del mismo modo al que gane (2);
d) Que si aquí tenemos que elegir a un tipo que no tenga más funciones que salir en las fotos acabaríamos por tomárnoslo a cachondeo y nombrar presidente a Jesulín de Ubrique.
Sus detractores arguyen:
a') Que dirimir la máxima magistratura del Estado por derecho de nacimiento queda feo en una democracia;
b') Que, con alguna honrosa excepción, cada Borbón sale más tonto que el anterior (3);
c') Que la manutención del Rey y sus consanguíneos rebana una hermosa tajada del presupuesto que nadie tiene demasiado claro dónde va luego a parar;
d') Que si el Rey sale incluso más bobo o criminal de lo normal le tienes que aguantar hasta que la palme, mientras que al Presidente le puedes dar el bote en las siguientes elecciones.
Así de pronto, las posturas parecen irreconciliables. Pero hete aquí que, tras echarle una buena pensada y endilgarme un par de cubatas cargados, he hallado la solución a todos nuestros problemas sociopolíticos: ¡la monarquía electiva visigótica! Eso sí, para que la cosa funcione, hay que actualizar un poco el método de elección.
Yo propongo una elección en dos fases. La primera, de concurso-oposición, con exigencia de idiomas, buena dicción, excelente salud, conocimientos de Derecho Constitucional y navegación a vela, que viste mucho. A los diez con mejor nota los metemos en el Palacio de Oriente y organizamos un "Gran Hermano" con confesionario rococó, pruebecitas a mala leche y expulsiones semanales por SMS.
Repasen conmigo y verán que son todo ventajas:
A) Tradición no le falta al sistema; ya estaba operativo hace quince siglos. Democracia tampoco. A fin de cuentas al Rey hay que elegirlo cada vez que palme el anterior. De este modo se satisfacen los argumentos a y a'.
B) Vistosa es un rato. Desde los nombres -en vez de coronar aburridos Felipes o elegir sosos Manueles- podríamos organizar un sarao monumental en Toledo para coronar a Agila III, Chindasvinto II o Alarico III. Satisfecho el requerimiento b. Como nadie nos obliga a elegir un Borbón, elegimos un López cualquiera o un Ramírez de cuota y cumplimos con b'.
C) Lo del gasto se soluciona fácil. La pasta que saquemos con la publicidad del concurso, los SMS de expulsión y las entradas de la coronación la invertimos en Letras del Tesoro. Al ganador le ingresamos los intereses anuales el día de su cumpleaños y listo. Ya hemos dado buena cuenta de c y c'.
D) La fase de oposición evita que se nos cuele Jesulín -eliminada la objeción d-. La irreversibilidad monárquica que señalaba d' tampoco es problema. Aunque la monarquía visigoda es nominalmente vitalicia, si el Rey es afeitado, tonsurado o castrado debe inmediatamente abdicar. Así perdio su trono Wamba y lo gano Ervigio. Ya lo saben, si Wamba II se pone tonto, sacamos la cuchilla y coronamos a Ervigio bis.
Estoy deseando contarlo en la próxima reunión del Partido. De esta me hacen Secretario General. Fijo.
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(1) En Australia han encontrado la solución más barata de todas. Isabel II de Inglaterra es, además, la Jefa de Estado de Australia. Como vive en la otra punta del globo y además se mantiene sola la única molestia que les acarrea es enviarles un representante que inaugura el Parlamento y vive tan feliz con las cuatro perras que le pasan.
(2) Mi madre, con su habitual confianza en el género humano añade que si un tipo tiene que afanar en cuatro años lo que se llevan los reyes en cuarenta, se multiplica por diez la tasa de mangoneo anual.
(3) La progresión Carlos III, Carlos IV, Fernando VII pone los pelos de punta, lo admito.
9 comentarios:
Ains Capi capi capi... Pero que sea más democrático y haya mujeres y hombres, todos solteros por favor.. Y guapos, muy importante que sean guapos y guapas. Da igual si son heteros u homo, más colorido de hecho con la segunda opción.. Y una vez elegidos reyes, tienen que casarse y para ello deberán tener opción a ser la posible o el posible futuro/a consorte todos los solteros que se adecuen al perfil, es decir, si es mujer hetero, hombres solteros, si es hombre hetero, mujeres solteras, y en los casos homos, pues lo mismo con las respectivas opciones. Ah, y por supuesto, cenita con todos los lujos para ver si se es la media naranja o no. El consorte o la consorte elegid@ disfrutará de una vida con todo tipo de lujos junto al rey o reina. He dicho.
Besitosssssssss
Monarquía electiva visigótica... ¡vaya!.... Pero ¿de donde sacas esas cosas?.... Ayome pasmada.... O_O
ja, ja, lo que no cuentas de ese sistema es:
1. elegían a un "primus inter pares", usease, al mejor entre iguales. Aquí lo tendríamos jodido. ¡Todos los elegibles son bobos!
2. salvo dos o tres, todos los reyes godos terminaron asesinados. Éstos son vagos, pero tanto como para matarlos ...
Y Luis II?? qué me dices? ufff
El momento Gran Hermano me ha matado por cuarta o quinta vez. ¿Votaríamos con sms? ¿Permitirían a los de El jueves sacar en portada las imágenes del edredoning? ¿Al final acabaremos decidiendo un sistema u otro en función de los números (el más econónico, ese elegimos) en vez de en función de ideales, como siempre?
En fin...
Qué malo es ser (iluso) idealista.
¡VOTO! A favor, claro. Y además propongo que, en lugar de festejar los días de las autonomías, se celebren los días de los oficios. M'xplico: que no siempre se vistiesen con las chorreras militares en los actos de postín. Cada vez con un recortable tipo: bomber@, funcionari@, registrador/@ de la propiedad, minero, parad@, religios@, médic@, mariner@, etc. Y cuando se acaben, pasaríamos a personajes fantásticos. Pero que conste, yo no dejo mi cola, que a pesar de lo que diga el Capi, es natural y no la depilo. ¡Faltaría más! con las escamas tan lucidas que tiene que parecen lentejuelas...
Yo no descartaría tan a la ligera a Jesulín de Ubrique. Ataviado con el disfraz recortable de registrador de la propiedad -sugerido por la sirenita varada- puede dar mucho juego.
Por cierto, ¿cómo es ese disfraz?
Esther:
Claro, se admiten hasta hermafroditas. Pero es mejor elegir maromos por lo de la castración del punto d'.
Gaby:
De los visigodos, claro está.
Zorro:
A estas alturas somos todos godos. Nos vale cualquiera.
Nils:
¿Luis II el Rey Loco de Baviera?
Tamaruca:
Si pagan un canon de mantenimiento pueden sacarlos en pelota y haciendo el pino.
Sirenita:
Pues está bien pensado eso.
Suri kata:
Como un traje de Armani pero con cenizas de puro en la solapa.
Muy inspirada la idea! Mis felicitaciones Capitán Achab! Solo una curiosidad, ¿se presentaría usted a esa oposición??? Parece hecha a su medida,...incluso lo de la navegación a vela, le va que ni pintado.(por algo la idea es suya) En caso de presentarse, yo mandaría SMS en su favor, Achab I de España. :)
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