El 6 de Junio de 1918 fue un día complicado para la cuadragésimo novena compañía del Cuerpo de Infantes de Marina de los Estados Unidos de Norteamérica. No es que los anteriores hubieran sido muy buenos -el frente oeste fue un infierno incesante durante toda la Primera Guerra Mundial- pero las órdenes del día 6 exigían tomar la cota 142 y alguien en el Estado Mayor alemán había decidido que tal cosa no debía ocurrir.
Los marines, no obstante, son gente muy testaruda y, pese a la fiera resistencia teutona, lograron tomar la posición. Sin embargo, el enemigo consideraba el dichoso montículo de la mayor importancia para el devenir de la guerra y dispuso su reconquista de modo inmediato. Un pelotón de doce alemanes se dispuso a instalar cinco ametralladoras en la colina vecina, que era un poco más alta, para, desde aquella posición favorable, aniquilar a los exhaustos americanos, que apenabas disponían ya de munición.
Aquel debiera haber sido el fin de la cuadragésimo novena compañía. Si no lo fue se debe a que uno de sus integrantes, el sargento Ernest Augustus Janson era un héroe de la variedad más bruta. Uno de esos tipos que parte nueces con las pestañas y se come las piñas sin pelar. El sargento Janson, con la bayoneta calada, los ojos inyectados en sangre y berreando como un animal, se lanzó a la carrera contra el pelotón enemigo. Para cuando sus compañeros se dieron cuenta de lo que estaba pasando, Janson ya había capturado las metralletas, apiolado a dos alemanes y puesto en fuga a los otros diez.
En un solo día, el sargento Janson se convirtió en el soldado más condecorado del globo. Las naciones aliadas se dieron de tortas por concederle sus más prestigiosas distinciones:
-su país le otorgo las medallas de honor del ejército y la marina;
-Francia la Medaille Militaire y la Croix de Guerre con palma de bronce;
- Italia la Croce di Guerra;
- Portugal la Cruz de Guerra; y
- Montenegro, el pequeño Montenegro, la medalla de plata al valor.
Pues bien, si les parece que don Ernesto era un soldado de insuperable fiereza, desengáñense. Al lado de lo que tenemos en nuestra marina es un manso corderito carente de peligro y ferocidad. Fíjense como estará la cosa que, para solucionar nuestro conflicto con los piratas somalíes y proteger a los pesqueros españoles que faenan por allí, nos hemos conformado con enviar al Mar Rojo un capitán de corbeta. Sí, como suena, un capitán de corbeta, sin corbeta, ni marineros, ni apoyo aéreo, ni nada más.
Porque en la Primera Guerra Mundial permanecimos neutrales... Nos llegan a cabrear los alemanes y la ganamos con tres sargentos chusqueros, dos cabos, un soldado y medio alférez provisional.
-ooOoo-
(*) "Fui ascendido a mayor y cada gobierno aliado me condecoró. Incluso Montenegro, el pequeño Montenegro allí junto al Adriático."
10 comentarios:
Qué miedo me da ver el origen de sus titulares, mi querido Achab. Ya ha pasado de El Mundo a Libertad Digital. No tengo ni idea de dónde desemboca la progresión que sale de Pedrojotacalvorota y pasa por Jiménezlosdiablos, aunque creo que ni siquiera lo quiero saber. Brrr, qué escalofrío...
¿Te sabes el cuento del millonario que en una fiesta y por puro morbo ofreció la mitad de su fortuna al invitado que atravesara nadando su piscina llena de cocodrilos? El único en aceptar al reto salió por la otra punta del tanque en menos de tres minutos después de someter a base de bofetones, patadas y retorcijones de cola todos los bichos enfurecidos. En medio de la ovación general, el millonario se acerca al héroe para premiar su valor completamente fascinado, a lo que el tipo con las vestiduras rasgadas y echando espuma por la boca responde "¡¡¡Yo lo único que quiero es saber quién coj___ fue el hijo de puta que me empujó!!!"
La moraleja del cuento vendría a ser algo como que en el fondo todos somos capaces de muchísimas cosas que no podemos ni imaginar, pero necesitamos que algún hijo de puta nos de un empujoncito. Quién sabe si con el empujoncito de la ministra el capitán de corbeta va y nos da una sorpresa...
(Pa' que vean de quién heredamos los latinoamericanos la propensión al realismo mágico)
Glencous, no sufras. También sale en ABC.
¡¡¡JUÁ JUÁ JUÁ!!! ¡PARTE NUECES CON LAS PESTAÑAS Y SE COME LAS PIÑAS SIN PELAR!! ¡¡¡JUÁ JUÁ JUÁ JUÁ JUÁ JUÁ!!!
¡¿Puedo usarlo?!
El mismo efecto habrian conseguido dándole un cóctel de drogas y alcohol...y se ahorrarían la condecoración porque podría no acordarse de qué había hecho...economía de medios, que se llama.
Jajaja... lo del hijo de puta que da el empujón ha sido buenísimo... jajaja... Si es que de esos no faltan nunca, ya ve.
Y lo del militar... Eso se parece más a un castigo. Al pobre chaval se la han dado con queso y le han mandado a galeras.
Besos
Un hombre como ése, quiero yo, y no los mindundis de ahora que no hacen la mili siquiera... :P
Jo, al menos le darán unos diccionarios de idiomas ¿no?
Glenclous:
Acaba en "El Alcázar" sin duda.
Cubana:
Sí, pero seguro qu elo de "quién fue el hijodeputa..." lo piensa también.
Úselo sin miedo.
Suri:
En todos los diarios facciosos, en realidad.
Ánonimo:
Pero le hubieran quitado las medallas por doping.
Missing:
O lo mismo está en un putiferio de Mogadiscio, vaya usted a saber.
Gato:
¿Como Janson?
Céfiro:
Esperemos, porque esa gente habla en raro.
Suerte que no se les ocurrió mandar a la Ministra de defensa con su bebé en brazos para dar lecciones cívicas a los piratas...
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