Cuando era pequeño me encantaba echar de comer a las gallinas de mi abuela. No es que yo simpatizara mucho con aquellos andrajosos gallináceos, pero me resultaba divertido contemplar cómo los bichos abandonaban toda atisbo de buenas formas en pugna por los bocados más deliciosos. Por cierto, - tomen nota los naturalistas- nada provocaba mayor tumulto que arrojarles una raja de embutido.
Con idéntica vocación de incordiar al prójimo, el periódico norteamericano "The Boston Phoenix" publica anualmente una lista con los cien hombres menos atractivos del año, un entretenimiento malévolo que pierde atractivo a este lado del Atlántico, donde las tres cuartas partes de los nominados nos son por completo desconocidos.
No es el caso del número 59. El 59 es una celebridad internacional, un actor reconocido y premiado, un tipo sanote de músculos torneados, el objeto preferente de admiración y deseo de miles de hembras de la especie humana. En definitiva, uno de esos execrables individuos cuya principal función en la sociedad es hacernos quedar mal al resto.
Pero esténse tranquilos, mis envidiosos muchachos, que el día de la venganza ha llegado. Con el número 59, flanqueado por un rapero con gafas de cortinilla y un dictador africano con una dieta pobre en fibra, comparece -¡ratatatatatá!- ¡Hugh Jackman!
Vale que seguramente no lo merece, pero la próxima vez que una moza me cuente lo increíblemente atractivo que es el señor Jackman le pienso enseñar un recorte del Boston Phoenix.
Esto va ser más divertido que echarle salchichón a las gallinas.
7 comentarios:
Pues que me lo den a mí, que yo me lo quedo con los ojitos cerrados.
Otros envidiosos, los de la revista esta, vamos. Si ej que...
Eso sí, si ellos lo dicen, yo los apoyo completamente, faltaría plus. Doctores tiene la iglesia...
Yo me apunto a recoger pedazos de su amor propio y juntarlos a base de mimitos XD
Pues discrepo del Boston Phoenix. Que conste en acta.
¿El salchichón a las gallinas?
Jo, menuda metáfora nos hemos marcado hoy. Digna de Arévalo ;-)
Yo solo tengo ojos para mi Capitan
Nicanica, Cattz:
Díganle algo, lo mismo cuela.
Murazor:
Si lo dicen será verdad.
T:
Usted, muchas y algunos.
Enrique Acebes:
Es muy divertido, pruébelo.
Koala:
¡Pero qué cosa más linda es un koala!
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