viernes, abril 17, 2009

Wódka Żołądkowa Gorzka


El viernes pasado me llegó desde Polonia una botella de vodka amargo. Comoquiera que mi consumo se había limitado al sorbito de prueba y los regalos deben tratarse con mayor cortesía, ayer me decidí rematar la jornada con un chupito de buenas noches.

Mi madre y mi abuela me rodearon con semblantes compungidos:

- Algunos alcohólicos empezaron bebiendo un vasito de vodka.

- ¡Ay, qué pena! ¡Qué pena!

- Al día siguiente se sirvieron dos. Al otro tres.  Al poco querían cuatro ya y acabaron por beberse la botella de un trago.

- ¡La botella! ¡Ay, qué pena!

- Un vecino de la farmacia es alcohólico.

- ¡Escóndele ese veneno! ¡Escóndeselo!

- Cuando se vaya a dormir lo tiro por el fregadero.

- ¡Ay qué pena!

Hay una lección que aprender de todo esto. Si no quiero que el alcohol de importación arruine mi salud más me vale comprar un billete de avión y bebérmelo en el lugar de origen.

4 comentarios:

si, bwana dijo...

No sabía que ese vodka era tan bueno. Tomo debida nota.

suri kata dijo...

Razón inapelable para ir a visitar a su koala.

koala dijo...

Querido Bwana, ¡está riquísimo! Y con aviso previo, estais invitados a mi casa de Varsovia. Prometo cata de los mejores alcoholes, mmmhm.

Achab dijo...

Bwana:

Tiene premios y todo.

Suri:

Sin duda.

Koala:

¿De todos? Me los vas a matar.