miércoles, octubre 10, 2007

Breve historia del salchichón perenne

"Lo que fue, eso mismo es lo que será;
lo que se hizo, eso mismo es lo que se hará.
No hay nada nuevo bajo el sol."

Eclesiastés 1, 9


Entre las diversas viandas que cobija mi nevera, se halla un alimento notorio y singular: el salchichón perenne. Otros alimentos disfrutan existencias más movidas: las lechugas se aliñan, las pescadillas se rebozan, las merluzas se cuecen, las lubinas se asan, la ternera se guisa y las zanahorias se ronchan tal cual. El salchichón, inmóvil columna del hogar, permanece invariable.

No crean ustedes que hemos abrazado la fe de Mahoma o el credo de Moisés, viejos adversarios del suculento marrano. Todo lo contrario. Acabar con el fiambre es una de nuestras prioridades domésticas. Por darle feliz cumplimento mi madre, cada poco tiempo, anuncia su intención de no preparar cena "para ver si nos lo comemos de una santa vez".

Esfuerzo vano y prescindible resolución. Conforme avanza la tarde, mi madre va imaginando un aterrador panorama futuro, en el cual sus seres queridos sucumben a mortales enfermedades coronarias provocadas por la abundante grasa porcina del veterano salchichón. Presa de gran inquietud, mi progenitora altera el menú para anteponer un par de ensaladas, unas verduritas a la plancha o unas desengrasantes setas al hipercolesterolado embutido matador.

La consecuencia no puede ser otra. Con el estómago lleno de saludable comida vegetal los comensales declinan probar el embutido, que retorna intacto a la nevera rumiando sus calmos pensamientos de fiambre inmortal.

Ya lo advertía el Rey Salomón: "lo que fue, eso mismo es lo que será".

Por ejemplo, el salchichón.

Un, dos, tres, responda otra vez.

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Los usufructos legales

Hans dijo...

Siempre igual: en todas las casas lo mismo. Y por cierto, criaturilla, tu comment resulta de lo más críptico :-D

suri kata dijo...

Si le salen patas va a ser por su culpa.

querida_enemiga dijo...

Oye pues me parece estupenda la elección de tu madre. Y a lo mejor con el tiempo, decidís no comprar embutido (yo no compro, me traen mis suegros de Salamanca algo un par de veces al año, y para Navidad).

Achab dijo...

Criaturilla:

Dos respuestas acertadas, a un euro por respuesta... te debo un café con leche.

Hans:

Yo la entiendo, es una cita de García Garrido. A saber: los usufructos legales, que nacieron como protección a la viuda en el derecho romano han venido ha reducirse en la actualidad a la misma finalidad.

Suri Kata:

A mí, mientras haya lechuga me da igual el salchichón.

Querida_enemiga:

Sí, esa es la próxima decisión.

Tamaruca dijo...

En casa de mis padres ocurría exactamente lo contrario. Salvo yo que soy vegetariana y sólo de verlo me dan pampurrias, los demás prefieren comer salchichón, butifarra, morcilla o jamón por encima de todas las cosas, así que mi pobre madre se pasa la vida escondiéndolo, camuflándolo entre las lechugas y cosas así. Con lo ricas que están las verduritas, ¡ñam!

Achab dijo...

Tamaruca:

A mi me gusta todo, pero si tengo que elegir, verduritas a laplancha con ali-oli.

Anónimo dijo...

Achab, acabas de decepcionarme un poco. El Eclesiastés no lo escribió Salomón sino Cohelet, es más el libro comienza así "Palabras de Qohélet, hijo de David, rey de Jerusalén." Es más, para que no quede duda en el epílogo Eclesiastés 12,9-10 dice "Qohélet, además de ser un gran sabio, también enseñó al pueblo la ciencia; estudió, investigó y compuso muchos proverbios. Qohélet procuró encontrar dichos agradables y escribir rectamente sentencias verdaderas".

Te lo digo yo que admiro éste libro desde que leí eso de "He comprobado que lo mejor y más conveniente para el hombre es comer y beber y gozar del bienestar en todo el trabajo en que se afana bajo el sor durante los días de su vida que Dios le ha dado." Eclesiastés 5,17.

Si no has leído ese libro de la Biblia hazlo. Es una maravilla que, por lo que puedo leer en tu blog, te va a encantar (es muy pequeñito). Es más, a veces me pareces la reencarnación de Cohelet.

(En algunas Biblias, en vez de poner Eclesiastés ya ponen directamente Qohélet)

Achab dijo...

Estimado anónimo:

David sólo tuvo un hijo que llegara a reinar en Jerusalén: Salomón.

Qohélet es un apodo que significa el que congrega, el que forma una congregación, palabra que en griego se dice Eklesiastes, por cierto, y alude al propio Salomón.

De todos modos el libro es mucho más tardío y lo de encasquetárselo a un rey sabio y muerto no era sino una medida de publicidad.

Anónimo dijo...

Me inclino ante su sabiduría y reconozco mi ignorancia.

Sigue teniendo toda mi admiración.

Esther Hhhh dijo...

Pobre Salchichon, abandonado en la nevera... Claro eso le pasa por no ser fuet. Porque unas rodajitas de fuet, así, de tapita, con unas cervecitas, mmmmmmmmmm, un aperitivo perfecto, os lo digo yo, jejejejjee... Eso sí, las opciones alternativas de vuestra encantadora progenitora me parecen geniales y riquísimas.

Besitossss

Achab dijo...

El fuet no dura nada, el fuet me lo como en cuestión de segundos.

Esther Hhhh dijo...

Capi, disculpadme, pero vuestro comentario sacado de contexto.. Ejem, da juego...

Besitosss