martes, abril 21, 2009

Una de piratas

"Oh quarter, oh quarter" / Those pirates they did cry
But the quarter that we gave them / Was we sank 'em in the sea
All a-cruisin' down the coast / Of High Barbary (*)
Canción marinera



Como son ustedes unos ciudadanos curiosos y bien informados ya sabrán que en Somalia se capea la crisis practicando la piratería, oficio tan antiguo cuan molesto para terceros. La marina de los Estados Unidos de Norteamérica, una de las naciones agraviadas por los corsarios, ha desplazado varios navíos a la zona para zanjar el asunto por el método bravo.  Por de pronto, el USS Bainbridge, ha hundido un barco pirata y capturado a un tal Abdul Wali-i-Musi, bucanero imberbe, que responderá ante un tribunal federal de los cargos de secuestro y piratería.

Puede parecer que la misión va bien encaminada, pero no se fíen. Al escoger el USS Bainbridge para escarmentar piratas, los norteamericanos han desatado uno de los más potentes gafes que baña la mar salada: la insuperable mala sombra del comodoro William Bainbridge (1774-1833) en todos los asuntos relacionados con la piratería.

La primera vez que el marino de Nueva Jersey topó con piratas fue en 1798, cuando el USS Retaliation, su primer destino en la armada, fue capturado por corsarios franceses.  Los gabachos se quedaron el barco, pero desembarcaron a la tripulación en territorio neutral. Gracias a ello, el entonces teniente Bainbridge, estuvo disponible para encabezar una misión diplomática al reino pirata de Argel.  Su encargo no era otro que pagarle una buena cantidad de dinero al Bey de Argel, pirata en jefe de Berbería,  si el rey moro se comprometía a permitir la navegación comercial por sus aguas.


El Bey, que era un pájaro de cuenta, apresó al embajador y le birló la pasta y el barco, obligándole después a trabajar a sus órdenes en concepto de mensajero.  Cuando se hartó de humillar al americano, el monarca lo mandó de vuelta a casa.

Los Estados Unidos, escarmentados por la experiencia, declararon la guerra a los reinos piratas de Berbería: Túnez, Trípoli y Argel. Bainbridge, que recibió el mando de una hermosa fragata, el USS Philadelphia, fue enviado a luchar contra el Bey de Túnez.  La batalla marchaba de perlas hasta que el barco de Bainbridge embarrancó inexplicablemente en mitad del puerto.  Los piratas, que ya le habían cogido el tranquillo, apresaron el barco con toda la tripulación.  

¿Y como semejante cenizo -preguntaran ustedes-  goza del privilegio de dar su nombre a un buque de guerra?  Verán, su gafe sólo afectaba a los piratas.  En la guerra de 1812, contra la marina inglesa y sin piratas a la vista, Mr. William causó más estragos entre los británicos que el escorbuto, la disentería y la repostería inglesa.  La gloria allí conseguida borró del recuerdo su torpeza con los bucaneros.

Ahora bien, piratas es precisamente lo que sobra en Somalia... Con la de barcos que tendrán los yanquis ya podrían haber enviado otro.

-ooOoo-

(*)  "¡Cuartel, cuartel! / - gritaron los piratas / pero el cuartel que les dimos / fue hundirlos en el mar / navegando por la costa /de la Alta Berbería.

4 comentarios:

ostra dijo...

Esperemos que Chacón no mande a la zona a José Vélez.

si, bwana dijo...

He leído que altos mandos militares americanos se han quejado de que el USS Bainbridge no es adecuado para luchar contra los piratas. Pensaba que se trataba de su tamaño y lentitud, no aptos contra las lanchas ultrarápidas, pero ahora me descubre Vd. que es cosa de su mala sombra. Comprendido.

Achab dijo...

Ostra:

No llegaría, le pasaría algo antes.

Bwana:

Lo del tamaño también influye.

koala dijo...

¿Puedo hacer travesuras ahora y antes de volver a España portarme super-super bien y que me nombres como la mejor chica? :)