El británico Richard Dawkins, biólogo brillante e incansable predicador del ateísmo ha anunciado la creación de un campamento veraniego ateo y darwinista para inculcar en los adolescentes el escepticismo religioso y la confianza en el saber de la Ciencia y el poder de la razón.
Todo muy bonito, pero bajo ninguna circunstancia llevaba a un hijo mío a pasar el verano allí.
La prédica del ateísmo no me importa gran cosa. Lo peor que puede pasar es que el mozo regrese citando a Darwin y leyendo a Feuerbach, cosa que, siendo hijo mío, es probable que hiciera de todos modos y, si me apuran, le haría más bien que mal.
Lo preocupante es el componente darwiniano. A un campamento normal tú mandas a tu retoño y, más flaco o más gordo, sano o contusionado, te lo devuelven. En un campamento darwinista corres el riesgo de esperar a tu hijo y recibir en cambio a un mozallón desconocido, robusto y mejor adaptado al medio, que se ha merendado a tu guaje para ocupar su lugar en el ecosistema.
Con lo que cuesta criar a un cachorro de humano comprenderán que no me seduzca el plan.
7 comentarios:
Sr. Capitán, debería tener usted más en cuenta la biodiversidad.
No está muy lejos el día en que las señoras en vez de parir chiquillos, paran mangostas u otros bichos similares.
Pues no sé qué decirle, oiga. Si lo que te devuelven ya viene evolucionadito y con carrera y trabajo, es como para pensárselo.
También puede suceder que haya una involución y te devuelvan a ZP.
Los veranos se aprovechan para estudiar idiomas, hacer deporte o voluntariados.
Y a mi el acoso de derribo por el ateísmo no me gusta un pelo. Más aún si se trata de un niño
Laslo:
Se está investigando en al materia.
Suri:
Quite, que seguro que te afana la cartera.
Bwana:
Qué horror más horroroso, malvado y tenebroso.
Koala:
Bah, si será como intentar ensillar a una vaca...
Campi, no exageréis, hombre, teniendo en cuenta vuestros parientes (véase foto en el post del viernes 26 de junio) peludos, no creo que debierais temer por vuestro hijo. De seguro que con esos genes sale fuerte... Aunque tal vez no tan peludo.
Besitos
Esther:
Que salga peludo, que yo me estoy quedando calvete.
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