Comoquiera que mi opositora condición, unida a mi paranoica hiperresponsabilidad, me impide salir demasiado de casa entre semana, hasta que llega el viernes repudio el afeitado como inútil distracción y pérdida de tiempo nociva para la salvación de alma y oposición. La consecuencia directa es que mi aspecto los viernes por la mañana ofende el acusado sentido estético de mi señora madre:
- ¡Vaya pinta! Con esas barbas negras pareces un terrorista islámico.
- Pues de alguien habré heredado mi apariencia moruna.
- De mí no,- responde ofendida- soy rubia.
La verdad es que hay días que no me explico cómo mi padre, que es como el primo renegrido del moro Muza, consiguió casarse con alguien que tiene tan clara la extrema deseabilidad del pelo rubio y los ojos claros. O bien mi madre llevaba mucho sin repasarse las leyes de Mendel o bien el atezado mozo era bastante habilidoso en el noble arte del ligoteo, el camelo y la seducción.
Lo mismo hasta debería pedirle clases.
viernes, julio 14, 2006
De la conciencia racial
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11 comentarios:
Mi madre se casó con un terrícola. Yo después de eso me lo creo todo...
jejeje la de veces que me habrán dicho: pareces un gitano con esos pelos.
Hace usted bien. Yo también paso de afeitarme a diario. Menudo muermo.
Me encanta tu humor acidillo. Es envidiable.
Un saludo.
La carne morena les encanta a las damas, no a todas claro está, pero ante la duda la más tetuda : preguntar a las amigas del blog.
Yo sin duda prefiero a los morenos
Si sirve de consuelo, los hombres rubios tienen un aire de cosa desteñida que no les quita nadie.
Y no me mires, que te doy ¿eh?
Eride:
Cómo sois las saturnianas.
Fernando*:
Gitano, terrorista islámico...
Gin:
Sí, pero seguro que te hace menos falta.
Yayo Salva:
Muchas gracias, hombre.
Anónimo:
Como sea por la piel estoy frito, lo que yo tengo moreno es el peli, pero la piel la heredé de mi madre.
Toayita:
Yujuuuu
Nepomuk:
En mi pueblo afirman que envejecéis peor y todo eso.
Mirusté, capitán, eso de no afeitarse debidamente cada día al menos una vez no es cosa de la que estar orgulloso. Sobre todo si el inadecuado rasurado o la falta del mismo te proporciona aspecto dejado. Rigor, Achab, rigor.
Entiendo que lo de afeitarse lo consideres una pérdida de tiempo.Recuerdo en mi época estudiantil bajaba a por tabaco en pijama que llevaba día y noche, había días en que mi melena se convertía en una munión de pinzas, coletas y clips, uno de esos días de "look cañí", justo antes de entrar al portal de mi casa con paquete de tabaco en mano, un individuo me piropeó, pensé si este me encuentra ahora guapa no quiero ni pensar recién salida de la ducha, o a lo mejor le iba el rollo pordiosero...
Ya ves, siempre con mis rollos.
Saludos.
Me parto con tu madre... pues el Muzas de tu padre debió currárselo de lo lindo ^^
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