En mi casa se siguen los sanfermines con atención. Es costumbre que nos ha inculcado mi madre y que a ella le endosaron las monjitas navarras que regentaban uno de los internados en que estudió. Cuando van a empezar los encierros mi madre me despierta cantando: "¡Levántate pamplonica y da de la cama un brinco que ya van a dar las cinco y el encierro es a la seis." Gracias a Dios la canción no está actualizada y los bichos corren hoy en día a horas más razonables.
Bueno, el caso es que hoy daban el pregón de las fiestas y lanzaban el tradicional chupinazo inaugural, acto que concluía, de toda la vida de Dios, gritando a garganta rota: "¡Viva San Fermín! ¡Gora San Fermín!" Digo "concluía" porque este año le tocaba dar el pregón a un concejal de Aralar, que son como los batasunos pero sin cafeína. El muchachote, un tal Xabier Eskubi (sí, como el perro), ha dicho que nones, que él es agnóstico y que no puede loar a un santo católico. Pero no se crean que ha renunciado a dar el pregón. Eso nunca, que el pregón lo dan en Televisión Española y a los nacionalistas vascos les encanta que les vean en Albacete, vaya usted a saber por qué.
Pues eso, que el amigo Eskubi, para tranquilidad de su descreída conciencia ha concluido el pregón gritando: "¡Gora Gora Sanfermiñak! ¡Viva las fiestas de San Fermín!". Resumiendo, que viva los sanfermines pero no San Fermín.
Ya se lo que están pensando: que este chico es un poco bobo y que le gusta dar la nota más que a un tonto un pomo; que si no puede loar al santo qué diantres hará loando las fiestas que en su honor celebran sus paisanos. Pero eso es porque no lo han pensando bien. La línea de razonamiento del señor Eskubi (Dooby-Doo), hábil y consistente donde las haya, seguro que es la que sigue:
"San Fermín no debe ser loado, pues no es sino un representante de la opresión religiosa, que a modo de opiáceo se ha derramado sobre el pueblo euskaldún para intentar adormecer su espíritu nacional. Para más inri fue obispo en territorio francés, Estado tradicionalmente opresor. En cambio, las fiestas que se celebran en honor del tal Fermín son manifestación del volkgeist del noble pueblo eusquérico, que sabiamente aprovecha la figura del infame opresor Fermín para manifestar la íntima urdimbre que cohesiona su esencia última de realidad nacional."
A que ahora se entiende mejor. Si no hay más que pensárselo un poco.
jueves, julio 06, 2006
De San Fermín y los sanfermines
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9 comentarios:
jejeje si que ha sido listo el chico, si.
Capitán, me quito la tiara ante usted.
(Por cierto, esa cancioncilla también formó parte de mi infancia. Tengo que recordar...)
O sea, que el can ese ha decidido comulgar con la chusma alcoholizada y dejar para otros la religiosidad católica?
Eso mismo es lo que viene haciendo hace décadas el pueblo navarro, no?
¡No! ¡No! ¡Pensar no! Que se lleven mi Rh, me da igual...
Jajaja, claro, me tengo que morder la lengua, yo que iba a decir que ese tío era un bobo, blablabla. Gracias por sacarme de mi error Capitán.
Un beso
Fernando*:
Un intelectual.
Be:
Únete al coro que Harry Haller se la sabe también.
Tumbaíto:
Sí, pero tienen la excusa de hacerlo borrachos, que viste más.
Eride:
Andalahostia, ¿que eres euskalduna pues, o aborigen americano que también tienen mucho Rh-?
Má'heona'he:
Si es que no te fijas.
Harry Haller:
Es la misma canción, ese es el estribillo.
Quita, bicho, deja las fiestas de diciembre, que están de cine para hacer puentes.
Mmmm... solo me sé ese trozo. Esa esa la cancion-despertador de mi madre. La de mi padre era más bien un soniquete de no se qué de unas burras de leche o algo.
Muy bueno capitán, lleva Vd perfectamente el timón de su cerebro.
Me enteré a través de Hispanidad... cada día flipo más con este tipo de personajillos...
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