Hay dos aficiones gastronómico-vegetales que han pasado en mi familia de padre a hijos. Concretamente de mi padre a sus dos retoños, Starbuck y yo: la ingestión compulsiva de zanahorias crudas y la deglución reiterada de aceitunas de Campo Real. Sin embargo, estas aficiones no son tratadas simétricamente por mi madre, guardiana de nuestra salud alimentaria. Mientras que el suministro de sanas y beneficiosas zanahorias es continuo, el de oleosas y engordantes aceitunas es cuidadosamente racionado.
No obstante y a pesar de sus desvelos, una noche, al regresar de la farmacia, mi madre encontró el frigorífico repleto de botes de aceitunas. La invasión olivácea motivó una rápida exigencia de responsabilidades. El primer imputado fue mi padre, que para eso había ido a comprar.
El acusado aportó su coartada: la lista diaria de la compra. En ella, como colofón, figuraban 2 kilos de aceitunas. La reacción fue de indignación:
- ¡Yo no escribo las "aes" así!
Ella no, Starbuck sí.
Sé lo que estáis pensando. Aquí hay algo que no encaja. ¿Cómo es posible que mi padre, acostumbrado a comprar las olivas en raciones de subsistencia, no sospechara al observar tan desproporcionada cantidad? Recuerden el primer párrafo: a mi padre le encantan las aceitunas.
jueves, abril 27, 2006
La conjura de la aceituna
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7 comentarios:
Ah, el encanto de la figura del "cooperador necesario"...
Simplemente, pensó que era todo un detalle por parte de tu madre acordarse de él y su vicio...
Ahí es donde se nota que Starbuck era un niño bueno y de pequeño nunca tuvo que falsificar la letra materna.
Eso pasa por mandar a comprar a tu señor padre, lo declaro inocente.
Jiji, en mi casa pasa igual. Tres mujeres y es mi padre el que va a comprar, y al pobre le echamos la bronca por comprar dulces, que le encantan. "¡¡¡¡Pero Papáaaaaaa... que estamos a régimen!!!!"
Me encantan tus aventuras cotidianas, creo que ya lo mencioné en un post anterior...Vamos veo que con la recién compra olivácea, los tres hombres de la casa estáis más que satisfechos y tu madre indignada con tanto afán en defender la dieta mediterránea....
(yo ingiero una zanahoria cruda a diaro, es un hábito alimentício que no creía compartir con nadie, pero veo que sí, aunque soy más moderada con las aceitunas).
Hans:
Una figura tannecesaria para mis manejos.
Deyector:
Inocente...
Florecilla:
No, la firma la clava.
Xufeta:
Es que tiene más tiempo libre. Además él es el mejor cocinero del lugar y así se provee a su gusto.
Elenita:
Abusonas.
Missangria:
Pues no mencione la tercera afición: los pepino scrudos porque iba a haber mucho cachondeo de orden fálico-simbólico.
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