Ayer cayó en mis manos -sería más exacto afirmar que depositaron en ellas- una revista musical cuya hilo discursivo se enhebra no sé bien si alrededor del Rock and Roll en general, el punk en particular, el underground más inclasificable o las estridencias clasificadas como molestas, nocivas, insalubres o peligrosas.
A mis desavisados sentidos, cualquiera de estas opciones les resulta equivalente: yo me desactualicé irreversiblemente de la música desde que Wagner la espichó en Venecia para completar su mala fama de sepulcro flotante y blanqueado.
Con todo, me he leído el fanzine de la primera a la última letra y lo he disfrutado considerablemente. Supongo que esto de leer disertaciones sobre música que desconoces y entrevistas a tipos cuya existencia ignoras es como leer literatura de viajes: no has estado allí, probablemente nunca irás, es muy posible que el lugar descrito ni se parezca al real y, sin embargo, participas de la emoción entusiasta del viajero o el explorador.
Ahora me acosa la siguiente disyuntiva. Puedo intentar encontrar grabaciones de toda esta gente a ver si suenan como me gustaría o bien limitarme a imaginarlos filtrados por el entusiasmo contagioso de los redactores de la revista. Supongo que lo más razonable sería lo segundo. Pero, ¿desde cuándo soy yo alguien razonable?
martes, abril 25, 2006
Revistario
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10 comentarios:
Aunque no soy una criatura complaciente voy a recomendarle un blog que puede que le guste:
http://elfestin.blogspot.com//
Deberías probar, muchacho
Dos cositas:
1- Uno se lee de la primera a la última letra un fancine de algo que no le interea por una sola razón: debería estar haciendo otra cosa, por ejemplo estudiar... verdad?
y 2- Si yo te digo que nosé quién es Wagner, o Mozart, o Brahms, tú te llevas las manos a la cabeza. Vale. Más que nada porque result quizá algo triste que alguien se pierda algunas bellezas, no?
Yo opino que en la mejora tan necesaria que hay en este país de la educación musical, además de solucionar eso se debería solucionar el que alguien de mi edad diga que no sabe quién fueron Led Zeppelin, la Creedence o Janis Joplin... porque me parece exactamente igual que lo anterior.
Opta por la opción de probar, Achabito. De todos los caminos que ha tomado la evolución de la música desde que tú la abandonaste el rock y el blues son dos de los mejores. (sobre el jazz me callo, porque reconozco que no lo aguanto)
Comparto la misma opinión que "reve", debería probar, en los cambios está la evolución, abrir la mente a cosas nuevas para poder simplemente conocer y valorar creo es positivo. Sin tener por ello, que abandonar a los grandes clásicos.
Saludos Captain.
Me uno a Reve y a missangria. Es como la comida. Por supuesto, el gazpacho de mi madre y la tortilla de patatas de mi padre es lo mejor que se ha cocinado desde que el mundo es mundo pero... ¿voy a dejar de probar cosas nuevas cuando voy a algún restaurante? Ni de co*a.
Capitán, al abordaje.
Ya sabes, los sueños, cuando se hacen realidad, no se suelen parecer a lo soñado. La mayoría de las veces la realidad es peor.
Gin:
Pues tenías razón, me ha gustado.
Deyector:
¿Acaso lo dudabas?
Reve:
1. No, porque uno es un lector enfermizo. También me leo las revistas farmacéuticas de mi madre.
2. Pues mir aque el jazz sí que me gusta (bueno, según qué cosas, el acid jazz más lisérgico me deja tiradísimo si lo escucho sobrio)
Missangria:
De momento alguna cosa interesante sí que he escuchado.
Elenita:
Si yo te contara las cosas que he escuchado...
Papa Pan:
No creas en dos de cada tres sueños míosacabo muerto.
Tente! Deja las incursiones musicales disparatadas para cuando tengas vida propia!
Aunque seguro que te sientes sobradamente capaz, educar, reeducar y maleducar (necesario en no pocas ocasiones) la sensibilidad musical de uno para comprender y apreciar el punk-rock underground más cerradito (con lo que, claramente, no nos referimos a Janis o la Creedence) es un camino que requiere interés y tiempo de los que careces, como ocurre con cualquiera que no empezase con 12... es como enseñarle a la abuela cómo enviar un mail o escribir mensajes con el móvil...
Mistress:
Yo pensaba que con amputarte los tímpanos valía.
Creo que la música contemporánea que realmente merece la pena (esa que ha de envejecer bien) normalmente no engancha en los primeros acordes. Para escuchar bien y poder juzgar a un grupo, tienes que estar realmente abierto. Por ejemplo, yo no era amiga de distorsiones, pero hay grupos ruidosos y gamberros que, bien escuchados, te dejan ver que es gente con conocimiento académico de la música que juega con mucha creatividad, aunque te hayan podido desconcertar en un principio. Para mí fueron grandes descubrimientos de ese tipo Deus o Nine Inch Nails.
También hay músicas para las que hay que entrenar el oído en vivo: el jazz, el flamenco, el blues, son músicas a las que me educaron una serie de conciertos en museos que hicieron hace unos años en Granada. El directo te las muestra, te enseña cómo se crea cada vez una pieza distinta de la misma canción...
Cuando era pequeña no soportaba los pimientos y ahora me encantan; qué te puedo decir, Capitán...
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