La princesa del cuento de Andersen no podía dormir por habérsele ocultado un guisante debajo de cien colchones. El alcalde de Alcaucín, recientemente detenido, dormía como un ceporro con ciento sesenta mil euros apilados bajo el colchón.
¡Con razón se presentaba para alcalde! En unas elecciones para princesita no hubiera tenido ni la más mínima oportunidad.
5 comentarios:
Seguro que el alcalde tiene el trasero menos sensible que la princesa.
Y las hijas, imputadas por blanqueo. Serían las que cambiaban las sábanas.
Capi, yo soy una princesita, y prometo no quejarme si bajo mi colchón tengo que guardar 150.000 euros...
Besitos!!!
PD: ya inspirados en tus números: 100, 150, 1500, 1289, 753. ;)Mmmmmmmmmmmmmmmua!
Bwana:
Y que un rinoceronte blanco.
Suri:
La limpieza, que está muy mal vista.
Koala:
Mala, mala, mala...
La verdad es que más bien ninguna, pero yo creo que, sobretodo por la barba y ese poco aire femenino...
Besitos
Publicar un comentario