Alma de Nardo

"Yo soy como las gentes que a mi tierra vinieron
-soy de la raza mora, vieja amiga del sol-
que todo lo ganaron y todo lo perdieron.
Tengo el alma de nardo del árabe español."

Manuel Machado

El País publica esta mañana una entrevista a Miguel Bosé que no tiene desperdicio. En escasa media página el cantante se presenta como el último superviviente del mundo del espectáculo, anuncia el holocausto de la música popular, amenaza con prisión a los manteros, acude en auxilio del camarada Willy, defiende la tauromaquia, propone un aliterativo encuadramiento taxonómico del partido popular -"molusco pentacéfalo con tentáculos de medusa"- y equipara a su presidente con una indisposición estomacal.

Los redactores han tomado prestada la frase de la medusa para titular la entrevista. Es comprensible: no significa nada pero suena bastante bien. Cierto es que con igual falta de precisión podría decirse que el PSOE es un paramecio semoviente con cilios filamentosos, el PNV una holoturia vermiforme con pseudópodos musculares o la Esquerra un equinodermo bentónico con simetría pentarradial, pero, qué quieren que yo les diga, uno lee "molusco pentacéfalo" y enseguida se anima a leérsela entera.

Con todo, el momento cumbre de la entrevista no es el colofón biológico, es el interludio cubano. El reportero le pregunta por el concierto que dio en La Habana y el artista le enfrenta una exhibición de valentía:

"P. Pero no fueron claros con su posición respecto al régimen.

R. Si hubiéramos permitido ese tipo de discurso, no hubiera habido concierto. Pero cuidado, yo canté Nada particular: "Dame una isla en medio del mar, llámala Libertad". Pero era un ejercicio diplomático, de mano izquierda."

Razón no le falta: en Arabia, la mano izquierda se reserva para limpiarse las heces.

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Se conoce que Miguel Bosé, como Manuel Machado, tiene "el alma de nardo del árabe español".