Hace unos pocos días la señorita hámster feliz se ganó el derecho de elegir tema para una entrada de esta bitácora. Haciendo gala de encomiable buena fe y falta de malicia optó por hacerme hablar de Sun Tzu y su vetusto opúsculo "El Arte de la Guerra". Benditos sean los roedores que tan sabios temas eligen, sea próspera su descendencia y recuérdese su nombre por todo el país de Han.
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Hace unos 2500 años, puede que menos o puede que más, un tal Sun Tzu o alguien que firmaba como tal (en Oriente era éste un detalle de poca importancia) escribió un breve opúsculo de teoría militar llamado "El Arte de la Guerra". El librito fue un éxito y continuó siéndolo durante milenios, lo cual no deja de ser curioso dado el poco aprecio que los chinos clásicos tenían por la milicia, a la que siempre consideraron una actividad sucia, molesta y de segundo orden. Este escaso aprecio se explica fácilmente si uno piensa que batallas y fronteras solían quedar muy a trasmano del poder real. Si lo que querías era tocar mando era más práctico castrarse y buscarse empleo de eunuco en la corte Imperial. Más práctico pero un tanto incómodo, dicho sea de paso.
Pero , volviendo al librito, en tiempos del señor Sun, los ejércitos eran poco más que una banda de infantes con lanza y armadura ligera que no prestaban demasiados problemas logísticos a la hora de alimentarlos, acantonarlos o moverlos de un lado a otro. Por ello, el librito rehúye los aspectos más técnicos de la guerra y acaba aproximándose más a un tratado sobre el sentido común que a un manual para la práctica bélica. Así, te advierte una y otra vez que pienses antes de actuar, que controles la información y el entorno y, sobre todo, que nunca olvides que lo que te salvó una vez puede condenarte la siguiente. Supongo que por eso les gusta tanto a los escritores de marketing, gestión y autoayuda: por lo general uno no tiene necesidad de invadir el reino de Chu con un pelotón de lanceros, pero un poco de sentido común nunca está de más.
No obstante, si esa es la gran virtud del libro, mucho me temo que también sea su mayor lastre. Las disquisiciones sobre el sentido común y el modo sabio de obrar me recuerdan mucho a los manuales de pintura para aficionados: muy útiles e informativos... siempre que ya supieras pintar antes de leerlos.
De todos modos, si alguno de ustedes está en posesión de las virtudes del buen general (conocimiento, credibilidad, humanidad, resolución y severidad) no debiera dejar de echarle un vistazo al libro: no está de más refrescar la memoria de vez en cuando. Además, quién sabe, tal vez haya que invadir el Reino de Chu, después de todo.
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12 comentarios:
Es que los chinos eran muy dados a divagar ;)
Es muy útil para jugar a los juegos de estrategia tipo Civilizacion IV pero poco útiles para los Shooters...
Por lo demás, como dices, es excusa para justificar tecnicas agresivas (capitalistas, especialmente)que de otro modo no quedarían tan artísticas...
Habría que tatuarle al Bush este libro en la cabeza a ver si le entra algo...
Es un ejemplo viviente de como NO se hacen las guerras.
Si Sun Tzu levantara la jeta...
Un saludo
ummm para los juegos de estrategia contra la IA del PC, desde luego la mejor estrategia es ¡rápido, rápido, rápido! antes de que la máquiña pueda desarrollar la programación que tiene preparada. Es tonta, en realidad. Igual Sun Tzu en esos casos está contraindicado.
Ufffff, yo todo eso lo aprendí en mi barrio hace montones de años, y además la escasísima literatura china que he leído me parece demasiado elevada para mí, que ni siquiera puedo con los alemanes. :S
Un beso.
Pues ahora que lo decís, tal vez lo lea, dados mis estrepitosos fracasos con los del sexo opuesto, creo que voy a dedicarme a las conquistas de países, aunque sean pequeños reinos, seguro que al menos, me entretengo más y sufro menos...
Besitossssssssss
Está bien, hombre, por lo menos es cortito. Imagínese 1000 páginas de instrucciones.
EstherHHH: Que sepas que no hay mucha diferencia entre la conquista de un pais y la conquista de un hombre...
Sólo es un problema de escala... Y te aseguro que una vez calculados los riesgos, en realidad el asalto frontal es una buena estrategia...jeje suerte!
Un saludo.
Eso Esther, no creas, que en realidad los hombres somos increiblemente cobardes y vulnerables a los asaltos frontales. Anímate y lo descubrirás!!
Cómo me gustaría que no existieran los militares... y que el libro de Sun Tzu fuese el manual de instrucciones de un juego divertido, nada más... y que la guerra fuese eso, arte.
Y no muerte ni dolor...
Entiendo perféctamente que los chinos clásicos considerasen la milicia una actividad sucia.
Un besito, Achab
Desde Ilusolandia
Lek:
Eso es verdad, si hubiera sido un manual para el cultivo de la alcachofa hubiera divagado igual.
Jatqlz:
Para el civilization viene bien.
Fenando:
Creo que Sun Tzu hubiera aprobado cualquier estrategia que funcionara, el hombre era así.
Carlos:
¿Y japonesas no tienes?
Eulalia:
No crecerías en el Reino de Chu, ¿no?
Esther:
Tú ataca, cubre la retaguardia y eso.
Gin:
Los chino sson más fáciles que eso, según parece.
Tamaruca:
Hay poco que hacer, lo llevamos en el genoma.
Pues a mi el librillo me ha molado...sobre todo cuando se pone a explicar temas de estrategia, entorno, clima, etc. Y también la cantidad de citas que hay, que para las tarde aburridas son un filón.
Porque lo del sentido común, no esperaba yo menos de los chinos, y menos si son antiguos,je.
(y gracias, mi Capitán, no decepciona usted nunca. Vivirá usted más de diez mil años)
Si divertido es. A mí me encanta.
Yo sólo discuto su utilidad.
Seas honrada por todo el pueblo del celeste imperio, noble ratón.
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