Dícese con frecuencia que un delantero centro se halla sujeto a rachas imprevisibles. Tan pronto convierte en gol cada balón que le llega como deviene un incompetente tuercebotas sin ninguna utilidad. Ronaldo Nazario de Lima, pelotero brasileño, está sujeto a esta inflexible ley deportiva. Lesionado como se encuentra, don Ronaldo no puede marcar gol. Pero ahí no se acaba el problema: su mal fario ha rebasado los límites del campo para gafarle, por añadidura, su vida personal.
Primero fue el asunto de los travestidos. Ronaldo volvía a su casa cuando vio una moza que alquilaba sus servicios en la rúa. El futbolista, de súbito encalabrinado, sacó su fajo de billetes, llevóse la hetaira al hotel y descubrió, para su pesar, que había comprado más carne de la que estaba dispuesto a engullir. Por lo que se ve, en la noche brasileña, no sólo son pardas todas las gatas sino que, algunas, son más bien gatos. El llorado Jaime Campmany se hubiera arrancado con una reminiscencia lorquiana -"¡y que yo me la llevé al río /pensando que era mozuela /y resultó ser un tío / que por poco me la cuela!"-, el brasileño, en cambio, prescindiendo de lírica y prosa renunció al comercio carnal. El contratado se lo tomó como un aofensa, columbró la oportunidad de hacerse famoso, meneó la sinhueso a todo viento y largó en la prensa de medio mundo fingidos detalles de su relación comercial.
Ronaldo, contrito y apesadumbrado, no ha tenido otra que aguantar el cachondeo general, el plantón de su novia y la rescisión de un jugoso contrato de publicidad.
Escaldado, el pelotero carioca se ha retirado de los focos encerrándose en su mansión. ¿Conseguirá de este modo librarse del choteo universal? No. La racha que le aflige es negra, bragada, corniveleta y, ni por esas, lo va a dejar tranquilo. Viviana Brunieri, una antigua novia del deportista, rubia como las valquirias y potente como un tractor se ha buscado un sosias del malaventurado, lo ha peinado como al original, le ha arrancado la camiseta, le ha bajado el calzón y se lo ha cepillado ante las cámaras con gusto, energía y delectación.
Para promocionar la película, afirma la rubia que el Ronaldo de veras es malo, egoísta, desconsiderado, lujurioso y pendón.
Además de tener muy mal ojo para las féminas, añado yo.
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jueves, mayo 08, 2008
Mala racha
Categorías: deportistas y deporte, porno, sexo
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8 comentarios:
Estimado Achab, me parece que en la primera línea: "...delantero centro se HAYA sujeto a..." la connotación es otra, "haya" es conjugación del verbo "haber", me parece que lo correcto sería: "...delantero centro se halle sujeto a...".
Como siempre río (de reir) con sus letras, felicitaciones y adelante
Felipe:
Disculpe usted. Ha sido un error motivado por la celeridad con que me obligo a escribir.
Espero que el hijo del jugador sea muy pequeño todavia y no se entere...
"Mal ojo para las feminas" dices, Achab...
De mal ojo nada, el ojo lo tiene buenisimo, solo hay que ver que pibas gasta... Lo que tiene malo, pero muy malo es la cabeza... Solo hay que ver que tipo de pibas se gasta...
Ronaldo es un fenómeno...
Si le hace un guiño al portero de la discoteca,
Que lo conoce del barrio y le hace una reverencia.
Se liga a una pelirroja y se van al reservado,
Pero mira que sorpresa la sartén tenía mango.
Fenómeno, eres un fenómeno.
Fenómeno, eres un fenómeno.
No lo digo yo, lo cantaban Los Caracoles.
Tienes un mensaje en mi blog, con perdón.
Criaturilla:
O que salga a papá y se apunte a la fiesta.
Vampi:
El travestido era un poco regular.
Público:
¡Fenómeno!
Stepario:
De acuerdo. Ahora miro.
Uff, Capi, mejor no opino, porque como lo haga..... Y encima se quejará de su "mala suerte" grrrrrrr
Besitos
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