viernes, diciembre 25, 2009

VIP


Una de las ventajas de reunir a la familia en Nochebuena es que, indefectiblemente, alguien disparará la lengua y ya tendré escrito el articulito de Navidad.

Este año, debo agradecerle el favor a mi primito de once años. Estábamos comentando en la mesa los muy vistosos éxitos profesionales del hermano de mi madre, cuando el arrapiezo consideró necesario solicitar una precisión:

- ¿Entonces el tío es una persona importante?

- Pues sí, se puede decir que sí.

El chaval procesa la información, nos pasa revista con la mirada y sentencia con su mejor voz de predicador impúber:

- ¡Aprended de él, tíos secundarios!

Por lo menos este año no me ha tocado a mí: las navidades pasadas me preguntó cuándo iba a convertirme en un ciudadano productivo y encontrar empleo.

3 comentarios:

suri dijo...

Prepárense entonces para cuando el niño pueda beber y se le desate la lengua con el Moët Chandon.

Achab dijo...

No puede ser mucho peor.

Anónimo dijo...

Vaya joya el elemento este...amputadle la lengua ahora que podéis con él..