Nuestro presidente las ha tenido muy grandes, pero la de ayer fue inmensa.
En un arrebato lírico que pretendía homenajear al Jefe Seattle y se quedó en imitación de Pocahontas, don José Luis proclamó:
"Tenemos que lograr unir el mundo para salvar la Tierra, nuestra Tierra. En la que viven pobres, demasiados pobres... y ricos, demasiado ricos. Pero la Tierra no pertenece a nadie, salvo al viento."
Hasta la fecha, el único viento terrateniente del que se tiene noticia es el simún, ese viento traicionero, ardiente y malvado que ametralla beduinos con la arena que le roba al desierto. De tanta tierra dispone que al rey persa Cambises II le sepultó un ejército entero. Por lo menos, eso cuenta Herodoto. El resto de vientos no tiene tierra ni para llenar un tiesto.
Como diría el presidente: pobres, demasiados pobres... ricos, demasiado ricos.
(*) Se escuchaba bramar al simún asesino.
5 comentarios:
¡Yo que pensaba que era propietario de una parcelita en Moraira! Ahora resulta que pertenece al dios Eolo, según ZP.
Por cierto, se le olvidó decir: cretinos, demasiados cretinos.....
Y yo me pregunto si el traductor habrá podido evitar partirse de risa...
Yo creo que este hombre es de una inteligencia poco común. De cuando en cuando se hace el idiota profundo para evitar las iras que desata su gobierno...
Lo de la imbecilidad de este elemento no conoce límites.
Bwana:
Demasiados cretinos demasiado cretinos.
Cattz:
Lo mismo ha traducido otra cosa para ahorrarle la vergüenza.
Gato:
Mismamente eso.
Hans:
No le rete, no le rete...
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