Vayamos por partes:
1. Tengo un amigo que, cuando se emborracha, siempre me llama Pablo y me presenta con tal nombre a propios y extraños.
2. Hace unos pocos meses, me llegó un SMS, dirigido a un tal Pablo, con proposiciones muy del gusto de los habitantes de Sodoma.
3. Esta tarde, he tenido un desencuentro con una buena amiga porque ha confundido mi teléfono con el de un tal Pablo, pesadísimo individuo que, al parecer, la acosa.
Pablo, si estás leyendo estas líneas, quiero decirte una cosa. No me caes bien.
miércoles, enero 06, 2010
Pablo
Categorías: reflexiones de besugo, yo mismo y mi circunstancia
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
7 comentarios:
¿Has probado a comprarte un saco de boxeo y llamarle Pablo?
A mi la verdad es que Pablo tampoco me cae bien. Y mira que le conozco poco, pero aún así me da una mala espina...
Capitán, yo que usted me juntaría poco con él.
No tienes cara de Pablo. Carlos, sin embargo, sí que te pega.
Mi madre dijo que te parecías a mi padre de joven y que eras muy guapo XD
Ahab, so egoísta, peor lo tiene que estar pasando Pablo, que a pesar de estar abierto a todo el destino le está escatimando ligues debido a tu intervención.
Eres como la Madre Superiora que no salía en Heidi.
En este caso le supero capitán.
El tío al que confunden conmigo (o a mí con él):
1. debe ser clavado a mí, lo suficiente para no distinguir en una mesa si se es uno u otro o para que mi prima me confunda
2. se llama igual que yo
3. es informático como yo
O bien nunca hemos coincidido, o ambos hemos pensado en un espejo... o bien se trata de un extraño doblez en el espacio-tiempo. La cosa es que tengo mucha curiosidad por encontrármelo cara a cara.
Capi, teniendo en cuenta vuestras últimas inclinaciones a ser espía, es comprensible que tengáis un Alias, una tapadera... Ahora bien ¿tenía que ser tan retorcido? Bueno, vale, sí, conociéndoos sí, pero es que encima no os cae bien, Capi, eso es la repera...
Besitos
PD: Para comprender mi conclusión sobre su pasión por el espionaje, leed mis comentarios, empezando por el del zapato roto y acabando en el Tio Sam...
Besitosssssssss
Pobre Pablo.
Bueno, pues haremos de abogadillo de pobres y desde ahora me cae bien Pablo.
Y mi buen amigo Pablo no acosaba a su amiga, sólamente le pedía una oportunidad. Dígaselo así a su amiga. Al principio es un poco plasta pero luego es encantador.
Por si acaso no le diré a Pablo nada de esas cosas malas que ud. cuenta... :-P
(4 noches con déficit de sueño hacen llegar a esto) :-)
Publicar un comentario