Anoche me atacó el hambre en un oscuro callejón de Toledo y yo, decidido a neutralizar su acoso, entré en un bar para improvisar la cena. Es Toledo ciudad que se acuesta con las gallinas y un domingo a tales horas no hay bar que reúna media docena de parroquianos. Aquel no era excepción y un escaso grupo de aficionados se entretenía viendo un partido de fútbol televisado.
Pronto deduje que iba a ser más entretenido escuchar a los ruidosos seguidores que al soso comentarista televisivo. Un aficionado en particular destacaba sobre los otros: Su discurso, maleducado y vehemente, gravitaba en torno a dos polos: un apoyo incondicional al equipo que vestía de rojo y una crítica inmesiricorde a los jugadores de raza negra.
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En el último minuto, el delantero de los colorados, más negro que un bloque de antracita, enchufó un cabezazo en la portería rival. Previendo que la reacción del aficionado tiraría a vistosa, giré mi cabeza hacia él. Con los brazos en alto y la cara congestionada, el individuo vociferaba una síntesis de sus ideas:
- ¡Olé y olé tus huevos, negro de los cojones!
Diré en descargo del energúmeno que parecía estar muy contento con el gol.
lunes, marzo 08, 2010
Síntesis
Categorías: deportistas y deporte, raza, yo mismo y mi circunstancia
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9 comentarios:
Supongo que se refería usted a maleducado y no "malheducado" ;)
Por otro lado me ha resultado extraño que no haya comentado el más reciente de los brillantes titulares del diario Público "La Autónoma de Barcelona le canta las cuarenta a Rosa Díez".
¡Qué bien nos informa este diario!
Qué tío más grande. Gente así habría que guardarla en algún sitio para que no se perdieran sus esencias.
En un tarro, por ejemplo.
HVN:
Perdón, creo que se me contaminó con el vehemente de al lado.
Efe:
En un tarro pequeño, supongo.
También tenía un énchufó. No vuelvo a publicar sin darme cinco minutos de repaso antes.
A mi no me gusta el futbol, pero a todo lo que le rodea creo que se le puede sacar un jugo increíble.
Marga:
Da para mucha historias, desde luego.
Pero, pero, pero...¿ como se te ocurre estar en Toledo?
Huye, huye, huye..antes de que sea demasiado tarde.
Te lo digo yo..que para mi ya es demasiado tarde...
Molinos:
Porque soy de allí, probablemente.
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