En la comunidad arqueológica se ha puesto de moda reconstruir la cara de personajes célebres a partir de su cráneo. Ya comentamos los casos de Dante Alighieri y de Juan Sebastián Bach. En esta ocasión le ha tocado el turno al astrónomo polaco Nicolás Copérnico.
Tras comparar un retrato juvenil del astrónomo, la reconstrucción científica de su rostro y el estado actual de su semblante, podemos afirmar dos cosas:
1)- Aunque, para disimular, le cosiera un pellejo de zorro al chaleco, Copérnico no se cambió de ropa en cuarenta años.
2)- El padre de la teoría heliocéntrica nunca estuvo más guapo que cinco siglos después de espicharla.
Eso es lo que se llama envejecer para bien.
7 comentarios:
Pues sí... Igualico está... ¿Esto es para buscar las 7 diferencias?
Pues déjeme decirle que en su época ponerse un traje rojo tenía huevos. El tinte era carísimo y un metro de tela roja ya ni le cuento. Incluso por ley solo a los nobles y personajes más ilustres se les permitía vestirlo.
Ahí donde lo ve, con su tremenda nariz, el Copi está ostentando...(como nosotras ahora cuando nos compramos UN vestido de marca)
Si, pero p´a mi que no es de zorro, que es sintético..ecologismo o cutrerío?
No sé, Capi, la belleza es tan relativa.... Pero no vamos a engañarnos, El señor Copérnico tenía una cara difícil de mirar, era de belleza distraída y su nariz le daba un toque interesante... Pero listo era un rato, eh??
Besitos
no sabría decir si era "feo" o "muy feo"... por eso se dedicó el pobre a la ciencia...las mozas no le hacían ni caso...
Jajaja. Me voy ahora mismo a la discoteca que comparte pared con el castillo donde Copernico hizo sus investigaciones.
Por cierto, tampoco es taaaan feo! Solo espero que en vida no le faltaran los dientes de la calavera.
BESITOS
Pues después de una semana mirñandole el naso me está empezando a hacer tilín.
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