En el capítulo IX del Libro XVI de su inabarcable y enciclopédica "De Civitate Dei", San Agustín arguyó con ingenio contra la existencia de población en las antípodas. Algún filósofo anterior había concluido lo mismo aduciendo que vivir colgando del techo era malo para la salud, pero el prelado de Hipona no se conformaba con razonamientos de tan escaso fuste.
La mecánica del argumento agustiniano, considerablemente más sesudo, era la siguiente:
- Las Sagradas Escrituras no mienten y estas dicen que todo el género humano desciende de Adán, que vivió en este extremo del globo.
- Dado el estado de la navegación de su tiempo era absurdo pensar que alguien hubiera podido cruzar la inmensidad del océano para llegar a las antípodas.
- Ergo ningún humano habitaba por aquellos pagos.
Admito que San Agustín sobrestimaba la información paleohistórica del Pentateuco, pero antes de reírse del santo deberían saber ustedes que acertó. Las antípodas de su pueblo pillan cerca de Nueva Zelanda, que no fue colonizada por los maoríes hasta el siglo IX o X de nuestra era. En el año 430, fecha de la muerte del obispo de Hipona, las antípodas europeas y norteafricanas estaban tan deshabitadas como la superficie lunar.
No obstante, la situación ha cambiado. En Nueva Zelanda residen ahora cuatro millones y pico de personas, quienes, aparte de vivir cabeza abajo, como los murciélagos y las bombillas, consumen, amueblan y compran como todos los demás. En mi barrio estas cosas se saben y los comercios no se olvidan de las antípodas cuando instalan su rotulación.
A nosotros nos cuesta un poquito verlo, pero desde Nueva Zelanda se lee "suelos de madera..." con cristalina claridad.
7 comentarios:
¡¡¡Juá juá juá!!! ¡¿Eso es en serio?! Oiga capitán, ¿Y está seguro de que sin darse cuenta no ha pasado usted al otro lado de los espejos, como le sucedió a Kiefer Sutherland en "Reflejos"?
...¿Cómo? ¿Que no ha visto la película?...¡Pues siento mucho haberle contado el final!
¿Y cómo llega a relacionar un letro bocabajo con las antípodas?
Capitán, está hecho para escribir sátiras. No gasta ni media neurona, ¡se le ocurren solas! ¡Qué capacidad de conexión! Hasta, rallado absurda.
koala
Cubana:
No creo, al otro lado del espejo los conejos llevan reloj... ¿o eso era en el País de las Maravillas?
Vir:
Creo que el nexo está en las dos veces que se repite en el texto que los antípodos vivían cabeza abajo.
Koala:
Yo rallado absurdo solución comer pasas indio ¡how!
Capitán, se le están subiendo los humos viviendo en el hemisferio norte
koala en tierras frías
Koala:
Pobre koala, que me meto con él.
(¡¿Y el koala es macho?!)
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