Existe un amplio subgénero de chistes consistente en la contraposición de una buena noticia con otra mala que se narra a continuación. Mi favorito es aquel que narra las desventuras de un pequeño destacamento militar víctima de un riguroso asedio. Tras pasar tres duros meses de completo aislamiento, el oficial al mando se dirige a la tropa:
-¡Soldados! Os traigo dos noticias. Una es muy buena y la otra bastante mala.
Los aludidos forman y esperan inquietos el comunicado.
- La buena noticia es esta: después de tres meses de asedio vais a tener, por fin, la oportunidad de cambiaros la ropa interior.
La harapienta tropa acoge la noticia con vítores de júbilo. Al rato, un soldado se atreve a preguntar:
- ¿Y la mala?
- La mala es que tú te la cambias con ese, tú con ese otro, tú con el de más allá...
La presencia de nuestro presidente en la reunión del G-20 esconde la acostumbrada pareja de noticias. La buena, que don José Luis estará allí, saldrá en las fotos, oirá lo que se diga e incluso tendrá la oportunidad de meter baza cuando llegue su turno.
- ¿Y la mala?
La mala es que ahora le debe un favor a Sarkozy y es bien sabido qué intereses predominan en el mandatario francés.
-¡Soldados! Os traigo dos noticias. Una es muy buena y la otra bastante mala.
Los aludidos forman y esperan inquietos el comunicado.
- La buena noticia es esta: después de tres meses de asedio vais a tener, por fin, la oportunidad de cambiaros la ropa interior.
La harapienta tropa acoge la noticia con vítores de júbilo. Al rato, un soldado se atreve a preguntar:
- ¿Y la mala?
- La mala es que tú te la cambias con ese, tú con ese otro, tú con el de más allá...
La presencia de nuestro presidente en la reunión del G-20 esconde la acostumbrada pareja de noticias. La buena, que don José Luis estará allí, saldrá en las fotos, oirá lo que se diga e incluso tendrá la oportunidad de meter baza cuando llegue su turno.
- ¿Y la mala?
La mala es que ahora le debe un favor a Sarkozy y es bien sabido qué intereses predominan en el mandatario francés.
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Según cuentan las malas lenguas, Carla Bruni, en su día, le debía también una invitación.
6 comentarios:
Ya se quejó la alemana el otro día de lo sobón que es Nicolás. Yo que Zapatero me iba a la otra punta de la sala.
(en el artículo que ha enlazado dice que tiene cinco o seis cerebros... menuda impresión)
No sé... pero a mi recuerda a Napoleón, que quieres que te diga. Achaparraíto pero matón. Lo que no quiero ni pensar en que va consistir el favor que tengamos que devolverle por esto. Tal vez terminemos con su hermano Pepe como Consejero Delegado del Gobierno... y sino al tiempo...
A mí el Sarko me pone. Ya... qué quiere.
Suri:
Que se arrime, a ver si le sacamos algo.
Vir:
Yo creo que ma´s bien se cobrará en carne.
Ginebra:
Eso es vicio.
¿En carne de qué tipo?
Si, si ¿carne de qué tipo?
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