David Laws, del partido conservador, es el actual Secretario General del Tesoro británico. Conforme tomaba posesión de su despacho, observó que su predecesor, el laborista Liam Byrne, le había dejado un sobre encima de la mesa. En su interior no había consejos, recomendaciones o buenos deseos. Antes bien, una nota informaba sucintamente del estado de las cuentas:
- Siento decirle que ya no queda dinero.
Un chasco, sin duda, para el recién llegado, transformado de golpe en administrador de un tesoro evaporado.
A Hernán Cortés y sus hombres les pasó tres cuartos de lo mismo tras la toma de Tenochtitlán, capital de los mexicas. Entre que los naturales del lugar preferían el jade al oro, usaban el cacao como moneda y eran unos artistas chapando madera con hojalata dorada, la cantidad de oro que se encontró en la ciudad resultó francamente decepcionante.
Convencidos los conquistadores de ser las víctimas de una versión amerindia del timo del toco-mocho, echaron mano de los principales líderes indígenas -Cuauhtémoc, Tetlepanquetzal y Tlacotzin- y los torturaron quemándoles los pies en un brasero. Los pobres interrogados, que no podían dar cuenta de un dinero inexistente, ganaron fama de héroes al precio de quedarse cojos.
Molestia que se hubieran ahorrado si el Secretario del Tesoro de Tenochtitlán hubiera tenido el detalle de dejar una nota.
2 comentarios:
Bueno, ya va siendo hora de que pase algo así(cambio) por aquí....Elecciones anticipadas, ya!!!!
Pero que no se gasten el parné primero, por favor.
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