martes, diciembre 19, 2006

Servicios, favores y recompensas

Se rumorea en la villa y corte, los cortesanos somos una banda de porteras, que la explicación más probable de la lenidad con la que la administración trató a Air Madrid hasta hace unos días estriba en que uno de sus directivos se encalomaba con gozo, frecuencia y aprovechamiento a la subdirectora general de Explotación del Transporte Aéreo. Según cuentan, mientras que la compañía era incapaz de satisfacer unos mínimos requerimientos de seguridad, solvencia y calidad de servicio, el directivo en cuestión satisfacía a la subdirectora de marras con servicios seguros, solventes y de inmejorable calidad. Una cosa compensa la otra, a lo que se ve.

No sé si el rumor se probará verdadero, no estoy demasiado versado en al vida amatoria de las próceres gubernamentales, pero resulta creíble: a fin de cuentas, esto de hacer negocios en el catre de los poderosos tiene su larga tradición.

Así, a bote pronto, se me ocurren algunos ejemplos. Por estas tierras, Manuel Godoy, extremeño fortachón y factotum de Carlos IV consiguió forrarse el riñón mediante el expeditivo medio de pasarse a la Reina por la piedra. Las malas lenguas afirmaban que el Rey también se unía a la fiesta de vez en cuando, pero ésto último dista de estar probado: ya les he dicho que los madrileños somos un poquitico maledicentes.

Pero oigan, que esto no es exclusivo de las Españas. Los ingleses, tan estirados ellos, también han dado sus malos ejemplos. Así, durante el reinado de Eduardo II (1307-1327) un tal Hugo Le Despenser pasó de ser un pequeño noble de escasa monta a ser el hombre más poderoso e influyente de Inglaterra. ¿Que quién era el tal Hugo? Sencillo, el tipo que le ponía el culo a Eduardo como la bandera del Japón.

Pero debe de ser que esto de fornicarse a quien sea a cambio de prebendas forma parte de la naturaleza humana, porque si nos salimos de Europa, tres cuartos de lo mismo. Así, el equivalente chino de Romeo y Julieta, la historia del emperador Xuanzong de Tang y la bella Yang Guifei, no es sino una historia de corrupción masiva embellecida por los poetas. Se conoce que "tráfico de influencias" no tiene buena rima en chino. El caso es que la tal Guifei, a cambio de cepillarse al emperador colocó a todos sus primos en lo más alto de la administración y éstos, a su vez, colocaron el presupuesto imperial en sus bolsillos. Quid pro quo, que se dice.

Pero bueno, dirán, ¿es que en la historia siempre ganan los sinvergüenzas? Pues miren, siempre, siempre, no. De hecho las tres historietas acaban con el castigo de los culpables:

- Carlos IV, su mujer y su amante acabaron sus días exiliados, olvidados y arruinados .

- Xuanzong perdió su imperio en una revuelta popular motivada por tanto abuso. Su suerte no estuvo tan mal: Yang Guifei y sus primos acabaron colgando de sendos árboles, lo que es notoriamente más incomodo

- Claro, que peor fue lo de Eduardo y su amigo Hugo. A Hugo lo colgaron, castraron, destriparon y descuartizaron. A Eduardo, por eso de que los reyes merecen un trato más educado lo despacharon introduciéndole un hierro candente "por do más pecado había". Los ingleses, que tuvieron un medievo muy creativo.

Pues ya lo ven. Lo mismo va a resultar que, después de todo, encalomarse al jefe no compensa.

11 comentarios:

reve dijo...

Estaba yo leyendo, y pensando (al más puro estilo de aquí no hay quien viva) "que bien habla este chico siempre", y claro, iba despacito, porque yo soy más de andar por casa, y cuando escribes enrevesado te leo a la misma velocidad que las cartas del juzgado sobre mi indemnización...
Y de repente me topo con La Frase: El tipo que le ponía el culo a Eduardo como la bandera de Japón.

Qué poco gusto, capitán... Que me he quedao ojiplática perdida...

Lek dijo...

Ya, a mí también me chocó la frase, capitán... creo que se le está pegando de mí, que tengo la lengua más suelta que el cerebro.

No sé yo qué fue mejor en cualquier caso, si el destino del tal Hugo o el del rey... tan maricón es el que da...

Tamaruca dijo...

No todos se libran...

Algunos cumplen condena en clínicas privadas.


Un saludo Capitán

Burnout. dijo...

Efectivamente, en Madrid yo creo que nos licenciamos en Portería por la universidad de la C.I.A. honoris causa a los 13-14 años, y todo gracias a la televisión. Cuanto más morbosa la pareja, más audiencia (Alejandro Magna, Mar Follores, los marbellíes de turno, y un larguíiiiisimo etc...)
Sinceramente no me extraña nada de nada y estos claros ejemplos son la mota de polvo que entra en el ojo, y no vemos el desierto que hay fuera...
El sexo ha sido el arma más poderosa desde todos los tiempos (troya por unas tetas, valgame dios...)
A tí por ahora no te toca, pero los demás maledicentes que curramos en oficinas hacemos la quinielas todas las semanas, y no precisamente de goles...Especialmente en estas fechas con eventos tan "familiares" como las cenas de empresa...
Un saludo
Un saludo.

Burnout. dijo...

Por cierto, no les hagas ni caso, que lo de la bandera del japón es un puntazo...
Sinceramente que un rey inglés tenga exagerados afanes proctológicos, ni me horroriza ni me impresiona, y habiendo aquí como los ha habido y sin tanto aspaviento, pues no entiendo por qué se van a tomar este asunto tan a la tremenda...... Que se lean posts anteriores, más escatológicos y por los cuales no movieron ni una ceja... ¿Por qué el sexo escandaliza tanto?
Quizá tenías que haber quitado hierro al asunto para no ofender a aquellos que disfrutan de esa opción sexual, pero eso es cosa tuya, que para eso es tu blog.
Un saludo.

suri kata dijo...

Hombre, supongo que ese comentario a su post habrá sido una broma. No quiero pensar que hemos llegado a la papanatería de ofendernos cuando se utilizan términos "políticamente incorrectos" en asuntos "homo".

En cualquier caso, espero que al responsable del tema de los vuelos no le hagan lo que al tal Hugo.

Lek dijo...

Necroscopio, que no es porque lo haya dicho, sino por la forma de decirlo, que nos tiene acostumbrados a mayores sutilezas ;)

Achab dijo...

Reve, Lek:

De eso se trata, sorpresa con efecto cómico y eso.

Tamaruca:

De todo hay.

Necroscopio:

Bah, hoy en día se ofnede la gente por cualquier cosa, de todos modos. No merece l apena.

SutiKata:

Ni lo qu ele hicieron al tal Eduardo, que tampoco debe hacer mucha gracia.

Anónimo dijo...

Lo tendre en cuenta.
Y lo tendre dificil.

Achab dijo...

C.:

Seguro que el jefe se lo agradece. Para cuando lleguen las turbas enfurecidas con el hierro al rojo ya se improvisará algo.

Fernando* dijo...

Las dos hijas de Felipe IV el Hermoso (1268-1314), rey de Francia, fueron mujeres muy ligeras de cascos. Una de ellas, la bella y fría Ana Isabel, apodada La Loba, se casó con Eduardo II de Inglaterra, que era un reconocido homosexual. Junto a su amante, Roger de Mortimer, reclutó un ejército, invadió Inglaterra e hizo prisionero a su esposo. El 21 de septiembre de 1327, Eduardo fue asesinado por sus captores, tras ser empalado con un hierro candente en el castillo de Berkeley, Gloucestershire. El cadáver, que aparentemente no mostraba signos de tortura, fue presentado al público y enterrado con todos los honores.