Al general romano Publius Cladius Pulcher, Publio Claudio "el Guapo" en román paladino, le calzaron sus superiores un encargo considerablemente molesto recién estrenado el año 249 antes de Cristo: ni más ni menos que ponerse al mando de la recién estrenada flota romana para hacer frente a la poderosa escuadra cartaginesa que prestaba auxilio a la siciliana ciudad de Lylibaeum. Vamos, un marrón del tamaño del Circo Máximo. Ya se sabe que la suerte de la fea, la bonita la desea.
En fin, el tal Publio Claudio llenó sus quinquerremes de remeros, legionarios: hastatii, principes y triarii, juntos que no revueltos, dejó un hueco a los pollos sagrados, necesarios para consultar la voluntad de los dioses y se echó al mar a navegar. Conforme se aproximaba a los fieros africanos mandó a los entendidos que consultaran con los pollos. El método de pregunta no era especialmente elaborado: consistía en echarles miguitas a los pollos. Que las comen, bueno; que las ignoran, malo.
Pues bien, los pollos, que debían estar bastante mareados con tanto crucerito legionario, ignoraron las migas para desolación del guapo general, que bastante tenía ya con lo suyo. Como además de buena planta el hombre tenía muy malas pulgas, arrojó a los gallináceos por la borda mientras apostrofaba:
"Ut biberent, quando esse nollent."
Que en cañí, significa: "Que beban si no quieren comer".
Quedó muy chulo, pero fue poco práctico: los pollos tenían más razón que un santo y a los romanos les dejaron el culo como un bebedero de patos sagrados. Además, de vuelta en Roma a don Publio Claudio lo desterraron, no por perder la batalla, que era cosa medianamente previsible sino por la sacrílega clase de natación para aves de corral.
Bastantes años antes, Creso, rey de Lidia había consultado al oráculo de Delfos sobre la conveniencia de luchar contra los persas. La pitonisa le contestó:
"Si así obras, destruirás un gran imperio".
Vaya si lo destruyó: el suyo propio, por más señas.
Pues bien, a mí, que conozco estos antecedentes y debiera haber aprendido lo peligroso que es jugar con los oráculos, no se me ocurre otra cosa que trastear con el oráculo chino del I-Ching (Karl Jung decía que era muy útil para la introspección y el autoconocimiento) y preguntarle por mi rubita favorita. ¿Se creerán lo que me ha respondido el chino de las narices?
"El Ir al Encuentro. La muchacha es poderosa.
No debe uno casarse con semejante muchacha."
Ni introspección, ni Jung, ni leches. El chino éste sí que se va de cabeza a encontrarse con los pollos. Faltaría más.
Macarrónica coda: "Si adversus Flavae oraculorum oratio ora / contra oracula oravero sine mora."*
* Traducción libre: "Si contra la rubia el oráculo perora, contra el oráculo peroraré yo ahora."
miércoles, octubre 11, 2006
Oráculos
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
13 comentarios:
Achab, por favor, ¿Como lo haces?. Tus maridajes de cultura y coñas me hacen llorar de risa.
Chamaco, ni caso al oraculo chino ni a los posos de te, ni a la entraña de gallina,
Cásate con la rubia!!
Ains... pena que una tenga una edad y sea pitirroja de bote y entrecana....porque molar, molas que vamos....
Postdata: no te parece que está todo mu vacío hoy? Ahhh...el puente. Menos mal que el opositor existe....
Eso te pasa por consultar al iching y no a los pollos.
jajjaa...
Seguro que comían de su mano, lo mismito que tu...
Hola! Gracias por pasarte por mi blog :)No iremos leyendo
Un saludo grande
Hola! Gracias por pasarte por mi blog :)No iremos leyendo
Un saludo grande
Hola! Gracias por pasarte por mi blog :)No iremos leyendo
Un saludo grande
Ni caso al i-ching, joven, ni caso. Y sobre todo no preguntes por la oposición.
Te la acertó el I ching
Si quieres te lo traduzco yo; soy mejor que Jung:
Tiratela, pero no caigas en sus garras bajo ningun concepto o te amargará la vida.
mmmm bueno como decian los romanos, "vae victis"
animo y a por la rubita ;)
Eeeeee... yo no he entendido lo del bebedero... ?
Capitán, prueba lo del oráculo con los palomos. Si no sale lo que quieres ya tienes excusa.
Marga:
Es que están con la Virgen del Pilar, bailando la jota y eso.
Yo no le hago ni caso al oráculo chino, porque generalmente cuenta cosas del tipo: no le pise la cola al tigre que muerde y tonterías por el estilo.
Rojo y plata combina bien, por cierto.
Anónimo, Florecilla:
Ya, pero los palomos de mi balcón se comen hasta el cemento. Esos siempre dan oráculos favorables.
Darklaire:
Gracias por pasarte, por pasarte, por pasarte.
Hans:
No, de la opo no se pregunta, que el chino tien muy mal auva.
Ignacio:
Pues va a ser eso, aunque para amargarme l avida yo solito me basto y sobro.
C:
Pues esto va un pato por el campo y ve un poco de agua en un agujero y se lo bebe y como le sabe a poco lo amplía con el pico y... ¿de verdad estoy contando yo esto?
Vaya tela, pues mira, haz lo que te dicte lo de dentro y punto... Que la vida son cuatro días y si fumas dos, así que au, a disfrutarla.
Besitossss
PD: (la vida... bueno y la rubita)
Publicar un comentario