viernes, septiembre 07, 2007

Genética

Mientras le contaba a mi madre la cadena de improbables despistes que me ha conducido a estudiar de memoria 25 complejos artículos del Reglamento Hipotecario que fueron tácitamente derogados en 2005, ella trataba de cocinar champiñones al ajillo sin encender la llama.

Puestos a repartir el genoma, ya podía haber heredado yo sus ojos verdes y no el despiste incurable.

Eso sí, como localice al albacea de mis genes, lo demando.

9 comentarios:

Anónimo dijo...

No eres tan despistado.Y tus ojos son muy bonitos, hombre, no digas esas cosas.

Esther Hhhh dijo...

Ains Capi, Capi... Lo vuestro es despiste puñetero, el de vuestra madre es genial, creo que no son de la misma familia (los despistes, digo)... Pero mirad por el lado bueno... Los champiñones de vuestra madre se han cocinado a fuego ultralento y vos habeis entrenado un poco más vuestra memoria, si los despistes es lo que tiene, siempre son útiles, os lo dice una despistada congénita... Como vos

Besitossss

Marede3 dijo...

Pues vaya faena!

Anónimo dijo...

"Asi como localice al albacea de mis genes"........ ¿¿¿¿¿?????.
Albacea: Representante legal de los herederos en una sucesión. Administrador de los bienes del decuyus hasta que se realice la adjudicación.
Luego entonces infiero:
1.- Estiraste la pata.
2.- Heredaste tus genes a varias personas.
3.- Por alguna extraña razón (o no tan extraña), ninguno de estos herederos quiere aceptarlos.
y 4.- Por lo tanto alguien los está cuidando mientras se deciden a dar el gran paso.
¿Me equivoco?. :)

PRIMAVERITIS dijo...

Este es el tipo de post que no hacen gracia cuando te has tirado hora y media* buscando las gafas por casa.
*literal, 90 minutos, no es un recurso literario.

Tamaruca dijo...

En una ocasión mi madre me pidió que colase un caldo de pescado para hacer una paella. Cogí el colador gigante, lo apoyé en el fregadero por si salpicaba alguna gota y derramé íntegro el líquido de la cazuela donde mi madre había estado cociendo marisco y pescado durante toda la mañana. Una vez terminada esta acción, me dí cuenta que debajo del colador se me había olvidado colocar la otra cazuela limpia.

Efectivamente, se fue todo por el desagüe. Y no, nunca me dejan ayudar en la cocina.

¿Seguro que es genético?

suri kata dijo...

Una que yo sé estaba tirando una camiseta a la basura y cuando se dio cuenta del error fue a mirar dentro de la lavadora. Efectivamente, ahí estaba el troncho de la manzana.
Mis gafas ya están acostumbradas a perderse en el congelador.

Por si le consuela, alguno de sus hijos heredará los ojos verdes. Eso es casi más puntazo en el currículum que lo de registrador.

GUANDARRRR dijo...

Pues yo me siento como Houdini, hago desaparecer cosas!! Tengo algo en la mano, y ya no está. Dejo algo en un sitio, y ya no está...
Tengo la teoría de que mi subconsciente puede mover los objetos con la mente sin yo enterarme... maldito saboteadorrrrr!

Achab dijo...

Criaturilla:

Preciosos, como la barba.

Esther:

Si a mí los champiñones crudos me encantan.

Lluna:

Los ojos negros también tienen su aquel.

Gaby:

Más o menos, pero la herencia genética se reparte en vida.

Primaveritis:

La última vez que me ocurrió tal desgracia estaban debajo de la cama.

Tamaruca:

Te tengo dicho que eres mi hermanita perdida en el monte y no te convences.

Suri Kata:

Hija. En esta familia las mujeres son rubias y longilíneas y los hombres morenos y anchísimos.

Guandarrrr:

Tienes poderes, eres una heroína.