Estaba reparando el desgaste ocasionado por una larga mañana de estudio dominical mediante la ingesta de filetes a la plancha, cuando, asombrado por la calidad y ternura del producto, indagué sobre su origen:
- ¡Qué ricos! ¿De dónde los has sacado?
- Son del carnicero, pero no me acuerdo de cómo se llama el corte. Normalmente no los tiene a la venta, pero, como hay confianza, se los saca de dentro.
Tienen razón en Papúa. La ternera está bastante buena, pero a la carne de blanco no le llega nada.
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8 comentarios:
:) Miedo me das...
Mira... ahora sí que tiene sentido eso de que la confianza da asco...
Saludos, Capitán Lecter. ¿Acompañó al carnicero con habas y un buen Chianti?
Menos mal que yo sólo sirvo para sopa porque miedo me das :D
Mmm... el mercader de Venecia.
Miss Missing:
¿Miedo? Miedo da mi madre haciendo la compra.
Nepomuk:
No dramatices, es bien sabido que el ser humano sabe a cerdo aunque un poco más amargo.
Glenclous:
Habitas y Ribera del Duero. Vale también, ¿no?
Tam:
No te quites méritos. Se te peude preparar a la pequinesa, como a los patos.
Ginebra:
Pero al final no le cortaban nada. Un fraude de obra.
Decidme, mi querido Capi, que esa respuesta es de vuestra madre, por Dios... Es que es genial, jajajaja... "se los saca de dentro" claro, así se nota menos el corte, jajajajaja... Ainsssss.... Eso sí, Capi, si nos conocemos un día, me pondré a distancia, no sea que os dé por probar la carne fresca de pelirroja, uff... que miedoooooo
Besitos
Esther:
Que sabes que es apetito que inmediatamente sentiré.
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