viernes, marzo 28, 2008

Hiperinflación


En los tiempos de la hiperinflación alemana, allá por los años 20 del pasado siglo, la gente que aún podía permitírselo pedía las cervezas de dos en dos. No es que los alemanes tengan especial afición por la cerveza templada, pero, dada la velocidad a la que subían los precios era más que posible que, si esperabas a terminar la primera para pedir la segunda, ya no fueras capaz de pagarla.

En Zimbabwe venderían el alma por estar así. Claro que unas tasas de inflación del 100.000% anual lo difícil será que encuentren comprador.
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5 comentarios:

qelena dijo...

Cuando estuve en Serbia, mis amigos me contaban cómo durante la guerra, la Fábrica de Moneda tiraba por la ventana billetes con 15 y 16 ceros, porque ya no valían nada, y necesitaban el espacio para imprimir más.

suri kata dijo...

Si es que nos quejamos de vicio.
Ya se me ha quitado el cabreo con los del Alcampo y con el del parche.

Tamaruca dijo...

Me ha impresionado el comentario de Elenita, qué barbaridad... Qué rápidas van algunas cosas y qué lentas otras.

Besines, guapo.

Luis dijo...

Por eso me voy a vivir fuera unos años....

Achab dijo...

Elenita:

Ups.

Suri:

Purito vicio.

Tamaruca:

Lo que da miedo es leerse el artículo entero.

Luis:

Pero no se vaya a Zimbabwe, que lo mismo no vuelve.